lunes, 1 de diciembre de 2008

fil [ 10 ] / la prensa escrita pone en evidencia por qué está en crisis

Ayer estuvimos en la charla titulada “¿Hacia dónde y para qué el periodismo del siglo XXI?”, que organizó el diario El País en su espacio de Diálogos de la FIL. En la charla que moderó Salvador Camarena intervinieron Javier Moreno Barber —director de El País—, Paolo Mauri —director de la sección de cultura de La Repubblica—, Wolfgang Krach —del Süddeutsche Zeitung— y Jorge Zepeda Patterson —director de El Universal—.



Las intervenciones de los participantes se centraron sobre todo en las dificultades económicas a las que deben enfrentarse los periódicos debido tanto a la emergencia de Internet como a la recesión, por cuenta de la cual la prensa escrita ya empieza a sentir una disminución de la inversión en publicidad. Tanto Javier Moreno, de El País, como Paolo Mauri, de La Repubblica, destacaron el papel que desempeñan los periódicos en la construcción de una opinión pública cuya misión consiste en contribuir a la defensa de la democracia.


El presupuesto del que parten Moreno y Mauri es claro y sencillo: el deterioro de la salud económica de los diarios constituye una amenaza contra la democracia.


¿Dónde está la verdadera amenaza contra la democracia: en la debilidad económica de unos diarios con un modelo de negocios que no responde óptimamente a los retos que plantean los cambios que estamos viviendo o en las repercusiones que tiene sobre la diversidad de la oferta de contenidos y de los puntos de vista que éstos representan la concentración de la propiedad de los medios de comunicación en las manos de unos pocos grupos empresariales con unos intereses económicos y unas afinidades políticas determinados?


En Colombia, por ejemplo, entre los dueños del periódico más importante del país —en torno al cual se articula un potente conglomerado mediático conformado por varias revistas, un canal local de televisión, diarios regionales y especializados, una editorial y una distribuidora de libros, un proveedor de acceso a Internet y un servicio de televisión de pago— se encuentran el vicepresidente de la República, el ministro de Defensa y el grupo Planeta.


***


En la charla también se habló del impacto negativo que ha tenido Internet sobre las ventas de la prensa en papel, de la amenaza que la Web representa para ésta y de la necesidad tanto de construir una audiencia robusta como de poner en marcha una serie de mecanismos para fidelizarla. Se trata de temas que se pusieron sobre el tapete hace varios años, a los que ya se les han dado no pocas vueltas, frente a los cuales ya se ha dicho más que suficiente y que hace mucho tiempo quedaron atrás en las discusiones serias sobre el futuro de los medios de comunicación.


Vale la pena mencionar que en este diálogo sobre el destino y el propósito del periodismo del siglo XXI apenas se mencionaron, y de manera marginal, fenómenos mucho más actuales como los contenidos generados por los usuarios, la posibilidad de que éstos comenten, recomienden y evalúen los contenidos y servicios que se ofrecen en la Web, los circuitos independientes de información especializada en temas específicos o las dinámicas de colaboración que se desarrollan en las redes sociales.


Quienes esperábamos oír en esta charla algunas reflexiones que nos aportaran pistas para entender hacia dónde va y para qué sirve el periodismo del siglo XXI tendremos que esperar hasta una próxima ocasión para hacerlo.

4 comentarios:

Javier Moreno dijo...

Joder.

¿Y nadie preguntó nada? ¿El público dejó que estos magnates dijeran impunemente semejantes burradas?

Portnoy dijo...

Pues por lo que dices parece claro que los directores de los grandes periódicos internacionales han entendido que su lugar está siendo suplantado por conglomerados empresariales a los que la democracia o la libertad les trae más bien sin cuidado... o les importa siempre que les reporte beneficios económicos.
Es decir y en vista de como está enfocando El País, por ejemplo, su política editorial, entre los principios éticos y los intereses de grupo mediático, que cada día deberemos desconfiar más de la prensa escrita y buscar la veracidad... ¿dónde?
Un saludo

Cristina dijo...

Increible que no hayan tocado el tema del contenido construido por los usuarios, las comunidades especializadas en temas específicos y el Twitter que te permite que usuarios reaccionen en caliente sobre noticias y ellos mismos, como protagonistas, las vayas actualizando. En als elecciones Presidenciales en Estados Unidos fueron los blogs y este tipo de herramientas los que mandaron la parada. Lástima que estos grandes grupos mediaticos intenten imponer su pensamiento limitado, que sólo sirve a sus intereses.

martín gómez dijo...

Javier, de hecho el espacio para la intervención del público fue reducidísimo. Y esto es bien sintomático de la actitud de los representantes de estos medios.

La búsqueda del beneficio económico en sí misma es sensata y razonable aunque en el caso de las empresas periodísticas no puede ser lo único que se busque debido a la naturaleza de los productos y servicios que éstas ponen en circulación. Cuando en un solo grupo se cruzan intereses de sectores industriales distintos entramos en una situación delicadísima.

¿Desconfianza hacia la info de los medios? ¡Total! Afortunadamente cada vez hay circuitos alternativos más consolidados.

¿Herramientas de Internet y espacios en la red? Nada de nada. Cero. ¿Elecciones en Estados Unidos? ¿A quién le importa lo que pase allí si eso está lejísimos?