martes, 7 de agosto de 2007

summertime [ 20 ] / efectos de la censura en españa años después del fin del franquismo



Aunque la censura en España terminó con el fin de la dictadura, según documenta Sergio Vila-Sanjuán sus efectos siguieron sintiéndose mucho después en la medida en que muchas editoriales siguieron distribuyendo e incluso reeditando traducciones hechas durante el franquismo.


Dice Vila-Sanjuán que la acción de la censura ‘se prolongaría en el tiempo, mientras se mantuvieran en el mercado —y en las librerías— aquellas obras que habían sufrido su efecto’.


La escritora italiana Elsa Morante denunció la manipulación de la que fue víctima su novela La storia, editada por Plaza&Janés. Según cita Vila-Sanjuán, decía el texto original de Morante:


‘Guerra Civil en España, provocada por el católico-fascista Franco (llamado el generalísimo y el caudillo) por cuenta de los acostumbrados poderes bajo la amenaza del “espectro”. Después de tres años de devastaciones y masacres (entre otras cosas se instaura en España la destrucción desde el cielo de enteros centros habitados) prevalecerán los fascistas (falangistas) gracias a la sólida ayuda del Duce y del Führer y a la connivencia de todas las potencias del mundo’.


La traducción de Plaza&Janés decía:


‘Guerra Civil en España que dura tres años y que acaba con la victoria de Franco’.


Como si esto fuera poco, para rematar añade Vila-Sanjuán que:


‘Todavía en agosto de 1991 el periodista Josep Massot recogía en un reportaje algunos de los libros que seguían reeditándose en versiones censuradas, de forma a veces muy salvaje: obras como Los asesinos de Hemingway, en edición de Luis Caralt, a la que faltaban tres páginas de texto respecto a la versión original, párrafos enteros suprimidos, que se referían a cuestiones eróticas —dentro de lo erótico que podía llegar a ser Hemingway— y a la escena de un cuento donde se relata la evacuación de los republicanos ante el avance de las fuerzas nacionales durante la Guerra Civil. Como ésta, otras obras de John Dos Passos, Carson McCullers y William Faulkner, entre otros, circulaban a principios de los años 90 en la vieja versión censurada, en colecciones de bolsillo y de venta por correspondencia de distintas editoriales españolas. ¿La causa del timo? «Por desgracia, es más cómodo y más barato reeditar las traducciones antiguas que hacerlas traducir de nuevo», según las fuentes consultadas por Massot’.


Pasando página, de Sergio Vila-Sanjuán. pp. 68 - 69

Destino

Barcelona, 2003

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