viernes, 29 de junio de 2007

la influencia de los prescriptores de opinión

Quisiera retomar el tema de mi entrada de ayer trayendo a colación dos anécdotas simples pero significativas acerca de la manera como los prescriptores de opinión consiguen dirigir la atención de esa masa amorfa que se conoce como “la opinión pública” hacia los temas sobre los que manifiestan sus puntos de vista.


Bogotá, abril 8 de 1999


En la columna ‘Contraescape’ que publica en el periódico de su familia, Enrique Santos —quien es uno de los tres líderes de opinión más influyentes de Colombia— escribe una elogiosa reseña de una novela que ganó la Beca Nacional de Novela del Ministerio de la Cultura y que acaba de sacar la editorial Plaza & Janés porque el ministerio no dispone de los fondos necesarios para publicarla. Se trata de Rosario Tijeras, cuyo autor es un desconocido escritor de la ciudad de Medellín llamado Jorge Franco Ramos —que ya había publicado el libro de cuentos Maldito amor y la novela Mala noche—.


Un par de semanas después de la publicación de la columna de Santos —titulada ‘Un libro para leer’—, Rosario Tijeras es el libro más vendido de la Feria del Libro de Bogotá. Al cabo de unos meses la editorial Norma publica el libro, que debe reimprimir una y otra vez. Ahora todo el mundo habla de Franco y de su novela —después de la cual vendrían un par más y la adaptación cinematográfica tanto de ésta como de Paraíso Travel—.


Rosario Tijeras es una novela corta que explora el mundo de los sicarios a través de una historia de amor —dos elementos que producen una combinación explosiva—. Aunque su argumento es flojito y cursi, la novela tiene las virtudes de estar escrita con una prosa muy pulida y de tener un ritmo narrativo bastante dinámico. Claramente los elementos “tema”, “extensión” y “estilo narrativo” son el complemento perfecto al push de Santos para que la novela funcione comercialmente.


Tras la euforia de Rosario Tijeras se reeditaron tanto Maldito amor como Mala noche y Franco publicó Paraíso Travel —novela en cuya dedicatoria le devuelve el guiño a Enrique Santos— y Melodrama. Años después del fenómeno Rosario Tijeras los detractores de Franco siguen llamándolo "el escritor aguacate" porque dicen que lo maduraron a punta de periódico.


***


Bogotá, octubre de 2001


Para mi trabajo de grado sobre tendencias y hábitos de lectura de narrativa contemporánea entrevisto a Luis Fernando Afanador, el comentarista de novedades editoriales del semanario más importante de Colombia. Le pregunto si tiene indicios de que sus comentarios tengan alguna repercusión sobre las ventas de los libros a los que dedica sus columnas y me cuenta que tras haber reseñado un título que había salido un par de años atrás, éste se agotó en Biblos y otras librerías del norte de la ciudad.


La anécdota que me cuenta Afanador es bastante sugestiva porque normalmente en las revistas generalistas de actualidad sólo se comentan novedades editoriales. Sin embargo, cuando él se toma la licencia de comentar un libro que no es novedad las ventas de éste se comportan como si sí lo fuera.

2 comentarios:

Culebrero dijo...

Es tan conocido el uso del papel periódico para madurar frutos tropicales, como su utilización para purificar las excreciones en las jaulas de los canarios parlanchines.

martín gómez dijo...

Vea usted... No sabía que la función del papel periódico en las jaulas era esa. Habiendo tanto parlanchín suelto por ahí sería conveniente hacer extensivo a otros espacios el uso del susodicho papel.